El mapa de los parajes secretos
Óscar B. de Otálora
Viernes, 6 de octubre de 2017
En Euskadi existen parajes que podrían albergar historias épicas como las de la serie de Juego de Tronos pero también escenarios otoñales en los que es posible perderse y recordar antiguas leyendas o explorar sendas en las que inventar nuevos mitos. En el reportaje ‘El capítulo perdido’ aparecen quince de esos escenarios de Euskadi en los que la naturaleza y el hombre han creado un marco excepcional. Unos lugares en los que es posible perderse en bosques con árboles de más de quinientos años, caminar sobre calzadas medievales o visitar castillos del siglo XII repletos de historias.
El capítulo perdido
Con sus 222 metros de altura, el Nacedero del Nervión está considerado el salto de agua más alto de la península. Su espectacularidad puede ser disfrutada desde la parte superior, donde existe un mirador desde el que se contempla todo el valle, pero también es posible realizar un paseo por el cauce del río con el que es posible acceder hasta la base de la cascada.
El Túnel de San Adrián, en el macizo del Aizkorri, se encuentra en el Camino de Santiago. Esta cavidad, de 70 metros de longitud, une Álava con Gipuzkoa. En su interior se encuentra una ermita de factura más reciente. En las inmediaciones existe una calzada medieval que facilita el paseo hasta el túnel.
El castillo de Butrón es uno de los lugares más emblemáticos de Bizkaia. Situado en Gatika, es un antiguo edificio medieval que fue renovado en el siglo XIX por el Marqués de Cubas. La arquitectura inicial se restauró con un diseño más próximo a las construcciones centroeuropas, lo que le ofrece ese aspecto de una torre de un cuento de hadas.
Es el pueblo más turístico de la Rioja Alavesa y uno de los más espectaculares del País Vasco. Los atractivos para visitarlo son incontables. Desde las afamadas bodegas hasta las murallas, pasando por el cercano poblado de la Hoya -datado en la Edad del Bronce- o el paseo dedicado al fabulista Félix de Samaniego, un ilustre vecino de la localidad.
El monasterio de Zenarruza, declarado Monumento Nacional de Euskadi, es un templo cisterciense con una iglesia del siglo XV y un espectacular claustro del siglo XVI. Este edificio, que llegó a contar con un hospital para peregrinos, fue clave en la ruta de la costa del Camino de Santiago. Está situado junto a la localidad vizcaína de Ziortza-Bolibar.
El parque natural de Aizkorri-Aratz es uno de los lugares mágicos para perderse en Euskadi. No solo es posible ascender a algunas de las cumbres más bellas de la comunidad-el Aizkorri y el Aratz- sino que es posible perderse por las inmensas campas de Urbia o buscar dólmenes milenarios. En las inmediaciones se encuentra el Monasterio de Arantzazu.
En suroeste alavés se encuentra el barranco del río Purón, un paseo excavado en la roca, a orillas del río que le da el nombre al desfiladero. Es una zona tranquila, en el parque natural de Valderejo, agradable para pasear en cualquier época del año. En la zona se pueden contemplar antiguas iglesias románicas y rincones naturales de una gran belleza.
La Torre Varona, enclavada en Valdegobía, es una espacio épico, en el que las leyendas se mezclan con la historia. La fortaleza data del siglo XII, cuando, según el mito, una de las mujeres de la familia fue a la guerra con sus hermanos y consiguió derrotar a Alfonso ‘El Batallador’. Desde entonces fue llamada ‘La Varona’. El interior del castillo está lleno de sorpresas.
El robledal de Munain, en las cercanías de la localidad alavesa de Salvatierra, es uno de los pocos parajes vascos en los que se pueden atravesar sendas silenciosas rodeadas por una masa forestal con árboles con más de medio siglo de existencia. En las inmediaciones se encuentra la sierra de Entzia, otro paraje natural de incalculable valor.
El hayedo de Otxarreta, en el parque natural del Gorbea, es uno de esos bosques misteriosos en los que cualquier camino que se sigue conduce a un paraje singular en el que la naturaleza se convierte en un protagonista. Además de las cumbres cercanas, como la del propio Gorbea, en las inmediaciones se encuentra la cueva de Mairuelegorreta.
En el camino entre Zenarruza y Gernika se encuentra el puente de Artzubi. Es uno de los rincones de Urdaibai menos conocidos pero con una gran cantidad de parajes que admirar. Se trata de un puente medieval, que su construcción en medio punto a ayudado a conservar, enclavado en un frondoso bosque y rodeado de sendas que permiten recrearse en el lugar.
La playa de La Salvaje (también conocida como Barinatxe) se encuentra entre las localidad de Sopelana y Getxo. Es un arenal de grandes dimensiones -casi un kilómetro de longitud- con espectaculares vistas a los acantilados de la zona. En el lugar existe la posibilidad de practicar el surf y el parapente.
El Valle Salado permanece activo desde hace 1.200 años. Visitarlo es recibir una lección de historia pero también de arqueología y de tecnología. Mas de 5.000 eras permiten que los habitantes de la zona sigan explotando las salinas de la misma forma que sus ancestros lo hicieron en tiempos inmemoriales. Un tesoro blanco que se puede ver y saborear.
Ferrería de Agorregi

Las antiguas ferrerías de Agorregi se encuentran en la Reserva Natural de Pagoeta, en las proximidades de la localidad guipuzcoana de Aia. Visitarlas permite contemplar forjas que fueron construidas en 1754, levantadas sobre un paraje en el que se elaborara el hierro con anterioridad. En las inmediaciones se encuentra en parque botánico de Iturrarán.
Situada en el valle de Carranza, la cueva de Pozalagua es uno de los parajes subterráneos de mayor belleza que se puede contemplar en Euskadi. En este templo bajo tierra se puede visitar una galería de 125 metros, flanqueada por simas, en las que ha surgido una de las mayores agrupaciones de estalactitas excéntricas del mundo, un fenómeno difícil de encontrar.
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